Salimos pronto, nos esperan 590 km aunque la mayoría será autopista y llegamos a Benidorm temprano. Fue impactante la cantidad de gente que vimos en la playa, costaba ver un sitio libre donde tumbar una toalla, con esto rápidamente decidimos que mañana desde luego no será un día de playa, paseamos por el Mirador de la Punta del Canfali, para nosotros quizás el sitio más atractivo de esta localidad, situado en la gran roca donde se asentaba la fortaleza que servía de defensa ante las incursiones de piratas argelinos y berberiscos, en los siglos XIV, XV y XVI. Posteriormente el Castillo fue abandonado, quedando en la actualidad sólo algunos restos de las murallas, que permanecen yaciendo sobre las rocas del mirador, conocido también como balcón del Mediterráneo. En el cerro Canfali también se encuentra la Iglesia de San Jaime y Santa Anta. Finalmente recorremos el paseo marítimo y tapeamos en el centro donde comemos muy bien y a buen precio, mañana repetiremos en esta zona.
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