1-mayo-2012
“Chauen.- La ciudad fue
fundada en 1471 en el emplazamiento de una pequeña población bereber. Su
población original estuvo compuesta sobre todo por exiliados de al-Ándalus,
tanto musulmanes como judíos, razón por la cual la parte antigua de la ciudad
tiene una apariencia muy similar a la de los pueblos andaluces, con pequeñas
callejuelas de trazado irregular y casas encaladas (frecuentemente con tonos
azules). Sus habitantes nativos se parecen físicamente, por lo general, también
más a los habitantes del otro lado del estrecho de Gibraltar que a la mayoría
de los magrebíes. Chauen está construida sobre un pequeño valle. La parte más
antigua de la ciudad crece hacia lo alto de la montaña, y en el punto más alto
se encuentran los manantiales de Ras al-Ma. El centro de la ciudad es la plaza
de Uta al-Hammam, en la que se encuentra la alcazaba y una mezquita con una torre
de base octogonal. Otro punto emblemático de la ciudad es la Mezquita de los
Andaluces. La ciudad nueva se ha construido más abajo de la ciudad antigua.
Chauen fue durante siglos una
ciudad considerada sagrada, donde se prohibía la entrada a los extranjeros. Por
esta razón se ha mantenido con pocas alteraciones toda su fisonomía medieval.
Los cambios en la estructura urbana y poblacional de Chauen son muy recientes.
Fueron las tropas españolas las que abrieron Chauen al tomar el control
de toda la zona norte de Marruecos para instaurar el protectorado concedido por
la Conferencia de Algeciras (1906) y definido por el tratado hispano-francés de
1912. Cuando los españoles llegaron, la ciudad tenía una importante población
judía sefardí que hablaba judeoespañol. Chauen fue una de las principales bases
del ejército español, y en esta ciudad se arrió la última bandera española en
1956. Como en otras ciudades que pertenecieron al protectorado español, gran
parte de sus habitantes sabe hablar español. Chauen estuvo bajo control de la
República del Rif y en donde estuvo a punto de producirse otro desastre de las
tropas españolas a la hora de retirarse debido a la gran ofensiva de los
rifeños.” (FUENTE WIKIPEDIA)
Tras un buen desayuno en la
plaza de Uta al-Hammam, paseamos de nuevo tranquilamente por este bonito pueblo,
nos encontramos casualmente con una manifestación que celebra y reivindica el
primero de mayo como día de los trabajadores y por último compramos unos
souvenir no sin antes negociar el precio, esto aquí, como en todo Marruecos, es
obligatorio. A las 13:00 dejamos el hotel y marchamos de regreso a Tanger para
tomar el barco. La N2 hasta Tetuan transcurre por unos paisajes realmente
bellos, todo verde, parecía que estábamos en el norte de España. Como llegamos
con suficiente antelación decidimos tomar el barco anterior al nuestro, lo hacemos
directamente sin llegarnos a la oficina de la compañía naviera, seguro que allí
nos hubieran cobrado algo, en el paso de la frontera antes de embarcar por poco
caemos en la trampa de la picaresca marroquí, dos individuos con una credencial,
no se sabe muy bien de que, nos indican (uno a Sergio y otro a mi) que nos
adelantemos con las motos (en realidad no había nadie delante) y les entreguemos
los pasaportes, querían hacernos los papeles que ya llevábamos rellenos, tanto
Ela, Sergio y May caen en el engaño y piensan que son policías de paisano, a
los dos nos piden dinero como ayuda por, en realidad, no hacer nada, evidentemente
no accedemos a su petición diciéndoles que ya no nos quedaba ni un dírham.
Finalmente tras menos de una
hora de travesía llegamos a Tarifa aún de día, la vuelta hasta Málaga y Torre
del Mar decidimos hacerla más rápida por la autopista. En definitiva ha
resultado un viaje muy bonito y entretenido a pesar de la incidencia del hotel
la primera noche por culpa de “lastminute” y de que el tiempo no ha estado de
nuestra parte.
CONTINUARÁ CON EL PRÓXIMO
VIAJE…
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