viernes, 21 de octubre de 2011

CRÓNICA MARRUECOS 2011. 10-octubre

10-OCTUBRE-2011

En nuestro primer día en Merzouga toca un poco de “relax”, si, entre comillas porque aquí no se descansa en ningún momento. Nos hospedamos en “Ali el Cojo”, todo un lujo, wifi, buenas y amplias habitaciones con baño y ducha con agua caliente, cómodo restaurante, terraza, salones de estar y una gran piscina, aunque casi todo nos sobraba porque aquí hemos venido a montar en moto y eso es lo que haremos, en Ali el Cojo nos encontramos con Supervito y un colega suyo que iban en sendas BWM F 800 GS por carretera y también al amigo Javier (JVC) que nos acompañó unos días hasta el “Santuario TT” y que hacía una ruta en solitario según nos contó él por un camino de cabras, jeje, menudo guazón es este y un verdadero máquina manejando la moto. Hoy tocaremos por primera vez las DUNAS, con mayúscula, se encuentran a tiro de piedra, el paisaje es precioso, el pellizco diario de nerviosismo por hacer algo nuevo no va a desaparecer a lo largo de todo el viaje y para “animarnos” William y Cris siempre nos dicen que mañana toca lo peor, parece imposible pero realmente es cierto. Bueno, pues una vez repostados de gasolina nos vamos a dar en primer lugar una clase teórica-práctica de cómo rodar sobre la arena, tenemos unos profesores de lujo. Salimos hacia las dunas, las motos y en coche al unísono, en la entrada de ellas me pongo detrás del coche pero a una distancia que yo creía prudente y pasa algo increíble, me paro, se me vuelca la moto y aun no me había levantado cuando veo al todoterreno sobre mi, Fran para salir de la arena había salido marcha atrás a toda leche y me arrolló, faltó nada para que pasara literalmente por encima mio, afortunadamente los daños no fueron mayores: guardabarros delantero y soporte del faro doblados, maneta y soporte del embrague rotos y manillar y horquilla también doblados, rápidamente se pone en marcha el servicio mecánico Castan (Fran y Felix Castan, son primos) y lo solucionan todo para poder seguir rodando, mientras arreglan la moto asistimos a la clase teórica impartida por William y a la posterior práctica, en este terreno tengo que reconocer que me encuentro algo torpe, no es nada fácil, se debe circular muy rápido, de pie y con el cuerpo desplazado hacia atrás para que la moto no se clave en la arena. Después de dar algunas vueltas y ya medianamente preparados nos marchamos hacia el “Oasis” donde tenemos previsto almorzar, tenemos que llegar a través de las dunas, que pasada, fue realmente espectacular, estábamos andando en un mar de dunas, bueno, yo me caí en numerosas ocasiones, Cris se encargó de inmortalizarlo todo en el vídeo que pronto veremos, lo malo de todo es que tenías que levantar la moto y a la larga terminabas agotado, cuando llegabas a la cumbre de cada duna debías parar para evitar salir volando por el otro lado, las pendientes eran de vértigo, subimos, bajamos y rodamos por las crestas infinidad de veces, la visión de la fila de motos y el paisaje por donde nos movíamos no lo olvidaré jamás. Tras el agotador recorrido llegamos al “Oasis”, allí comemos no muy bien y descansamos, recibimos un mensaje del coche descartando su llegada, no es para menos, para circular con un todo terreno por esta zona debe tener experiencia suficiente y Fran realmente no estaba preparado y antes de quedarse enterrado optó sabiamente con prudencia por darse media vuelta. A la espalda del Oasis se encuentra la “Gran Duna”, inmensa, majestuosa, se comenta la posibilidad de subir pero finalmente ninguno se anima a intentarlo, le faltó muy poco a Adrian, Cris y Antonio, desde allí vimos como lo intentaba una y otra vez un quarks sin conseguirlo, la cosa no parecía nada fácil. Tras el almuerzo debíamos volver sin demora porque pronto anochecería y desde luego no era nada esperanzador pensar en quedarte en medio de las dunas, yo que era el que físicamente mas agotado estaba no sabía ni cómo iba a conseguir salir de allí, no me quedaban fuerzas para levantar muchas más veces la moto, finalmente y tras un primer intento donde me quedo algo atrancado consigo salir sin caerme en esta ocasión afortunadamente ni una sola vez. De nuevo en Alí el Cojo algunos optan por subir a una gran duna que se encontraba justo delante nuestra, lo consiguen Javi (subiendo al final con solo una mano), Adrian, William, Antonio, Carlos y al día siguiente Rafa, estuvieron muy cerca Cris y Manolo y yo no tuve fuerzas ni para intentarlo, quizás en otra ocasión.















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