Salimos de Merzouga con destino Ramlia, nos acercamos al objetivo principal del viaje, la llegada al “Santuario de Trail Total”, los nervios se acentúan, vamos aun más al sur y de nuevo llegamos al límite con Argelia (ojo, no es muy aconsejable traspasar esta frontera). Comenzamos temprano, hoy nos acompaña en todo el trayecto el coche de apoyo, la ruta debe ser fácil aunque puede verse dificultada por el paso de zonas de dunas. Los primeros Km. tras pasar Merzouga son de carretera, estos sirven para relajar la tensión inicial del comienzo de la jornada. Son muy curiosas las carreteras en Marruecos, vas por una nacional asfaltada y de pronto desaparece y continúas por una pista que puede llegar a complicarse muchísimo, el mapa sigue indicando que sigues por la nacional, así que hay que tener mucho cuidado cuando se quiere planificar una ruta de solo carretera pues te puedes llevar una gran sorpresa. Eso mismo ocurrió, la transición de la carretera al campo fue radical, de pronto desaparece el asfalto y entramos en una pista que en principio es rápida, tenemos que adelantar a algunos vehículos todoterreno pertenecientes al “Rallye Trofée des Roses 2011“ nosotros les llamábamos “Rosas del Desierto”, un inciso, no he comentado que desde que llegamos a Merzouga hemos estado rodeados y a veces incluso escoltados por un rally francés de 150 vehículos conducidos solo y exclusivamente por mujeres, si si y no era un sueño y hay que decir en honor a la verdad que más de una estaba de buen ver…, se trataba de un rally de orientación donde sólo llevaban brújula y mapas, nada de GPS, admirable. Después de unos Km. encontramos a William detenido con un muchacho, hemos llegado a una zona, el paso de un río, que el año pasado al cruzar les dio algún problema, este año según nos comenta está mucho más complicado por las últimas lluvias, para evitar sobre todo la dificultad del paso del coche decidimos tomar de guía al chico que nos llevaría por un sitio alternativo, seguimos al chaval que conducía una mobilette, esta imagen sí que era cómica, imaginaros a ocho motos muy preparadas siguiendo a la mobilette, que conste que el chico se defendía de forma increíble al paso de piedras y arena, por último llegamos a un bar que tiene junto con su familia “Porte de Sahara” donde tomamos unos refrescos, parados aquí creo que nos adelantan todos los componentes del rallye “Rosas del Desierto”. Tras esta pausa llegamos a una explanada que ya la quisiera para sí el aeropuerto de Barajas, enorme, inmensa, grandiosa, con firme duro, aquí dimos unas vueltas todos en paralelo y nos hicimos, además de fotos, unas tomas de video que seguro saldrán de lujo, con el coche incluido. Tras algunos Km. llegamos a Ramlia, una aldea en medio de la nada, se trata de un pueblo Bereber tremendamente hospitalario que te dan todo lo que tienen aunque solo sea la mano, ya conocieron esta faceta los integrantes de la expedición inaugural de Trail Total el año pasado, estamos a las puertas del Sahara y quizás en una de las zonas más inhóspitas de Marruecos, la llegada y confluencia en el bar-gasolinera-tienda de Hammel (conocido del 2010) fue tumultuosa, nos encontramos con un grupo numeroso de moteros, tras los saludos pertinentes nos detenemos a descansar un rato, tomamos unos refrescos y almorzamos la típica tortilla bereber (ummm, que buena). La programación para hoy no se acaba aquí, por la tarde salvo William con algunos problemas en su moto y los integrantes del coche, nos acercamos a los restos de “La Ciudad Perdida” o “Lost City”, cada cosa que vemos no deja de sorprendernos, se encuentra 30 Km. al Norte de la frontera con Argelia, a 16 Km. de Ramlia . Su nombre marroquí es Ksar Oubahlou y se alza sobre el Oued Dsoura, un inmenso río de arena. Se trata de una antigua fortaleza o ksur, construida sobre un peñón de roca con el que queda totalmente integrada. Está abandonada y en estado ruinoso, pero todavía se puede apreciar la distribución de sus habitaciones, torres y murallas. Desde su situación se pueden observar todos los pasos a su alrededor, lo que la convertiría en punto estratégico de control del comercio caravanero, así como de prevención de posibles ataques enemigos. Desde lo alto observamos una serie de dunas en las que Carlos pone su punto de mira y para él pensar y hacer las cosas son lo mismo, así que raudo y veloz se lanza para coronarlas, no se queda atrás por supuesto Javi, Cris y Manolo, desde la lejanía los observamos Rafa, Adrian y yo, Javi estrena el suelo al quedarse clavada su rueda delantera, con solo decir esto os podeis imaginar la dificultad del terreno (Javi es el máquina del grupo). De vuelta a Ramlia nos encontramos por el camino pastando, no sé que, a un par de camellos, estampa típica del desierto. Ya veis lo larga que se está haciendo la jornada, pues aun queda mucho mas…En la aldea Fran, Felix y William han repartido material de regalo, lo que más les llamó la atención a los niños fueron unas chocolatinas, al repartirlas poco les faltó para perder los brazos. De nuevo en la aldea nos preparamos para ir al sitio donde pernoctaremos, se trata de una haima en medio del desierto, Hammel se sube con Cris en su moto y le indica el camino más corto y más complicado, atravesamos una zona con pequeñas dunas sembrada de montículos con matojos, vaya tela, aquí no hay nada fácil, hasta para ir a dormir se complica la cosa, el todo terreno debe recular y volver sobre sus pasos para tomar un camino alternativo. En la haima, todo un lujo, vemos la salida de la luna que alumbra más que nunca, cenamos como en ningún sitio y asistimos a actuación musical típica bereber a la que se une nuestro polifacético Carlos sorprendiendo a propios y extraños con el manejo de los timbales y baile incluido, nos reimos cantidad…
domingo, 23 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario