Continuamos con nuestra programación, hoy visitaremos las ruinas de Ek Balam y de vuelta nos llegaremos a la localidad de Valladolid. Amanece con un tiempo algo inestable, según nos comentan ha entrado un “frente frío”, lo pongo entre comillas porque de frío nada de nada. De camino a nuestro primer destino comienza a llover copiosamente aunque el chubasco no dura mucho tiempo, próximo a una pequeña localidad noto como el coche empieza a humear por la zona delantera, ¡huy huy!, paro y levanto el capó, al parecer se ha vaciado el líquido del radiador, continuo hasta el pueblo para intentar solucionarlo, no podemos seguir así mucho rato, la temperatura sube al máximo, le pregunto a un taxista y él me dice que debo llenarlo con líquido con anticongelante, me parece que tenía menos idea que yo, le dije que aquí poco se iba a congelar y que se tendría que aguantar solamente con agua y eso hicimos, tomamos agua de un cubo con la que iban a limpiar una pequeña iglesia (estábamos en la misma puerta) y rápidamente bajó la temperatura (igual era agua “bendita”), si el problema no se repetía podríamos seguir, aun así llamé al renta-car para indicarle que nos prepararan otro coche para cuando regresáramos. Seguimos por carreteras secundarias hasta las ruinas mayas de Ek Balam, en algún momento dudé si nos habíamos equivocado porque la vía era estrecha y no circulaba ningún otro coche, la ruta la había diseñado en España utilizando el google maps evitando la gran autopista que va desde Cancún hasta Mérida, las carreteras comarcales son mucho más divertidas y se adentran y cruzan localidades que de otra forma no se verían.
Ruta: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2316505
Ek Balam
Estas ruinas nos sorprendió gratamente, parecen menos frecuentadas por turistas, algo extraño porque se encuentran a tan solo 30 Km. al norte de Valladolid. Este asentamiento maya ocupó 12 Km. cuadrados y comenzó a florecer en el 300 a.d.C. En su espacio central vivía la élite. La ciudad era la cabeza del gran reino llamado Talol, probablemente fue fundada por un hombre, Ek Balam, en maya yucateco significa Jaguar Negro.
La mayor parte de los edificios que han sido sacados a la luz son de finales del periodo clásico, pero algunos descubrimientos del preclásico reciente muestran que el lugar fue habitado antes. La entrada a este sitio protegido por dos murallas inicia con un magnífico arco maya, luego las edificaciones del centro ceremonial, el palacio oval y un juego de pelota maya de buen tamaño.
Presenta 45 estructuras, incluyendo:
- La Acrópolis en el lado norte, es la estructura más grande y contiene la tumba Ukit Kan Le'k Tok'. Mide 146 metros de largo, 55 metros de ancho y 29 metros de alto. Desde arriba podemos observar todo el recinto rodeado por la selva, en esta ocasión Ela parece que perdió el miedo en la bajada y la hizo tranquilamente, aunque peligrosa los escalones se encuentran en buen estado y dan más seguridad. El friso de escayola, espléndidamente conservado, reviste la puerta con las fauces abiertas y los colmillos de una serpiente o monstruo, arriba de éstas el rey en su trono y a los lados las figuras de guerreros alados. Aparte de Ek Balam, este tipo de decoración solamente aparece en el lejano estilo de Chenes, en Campeche.
- El edificio circular construido en el sur y conocido como el Palacio Oval.
- El juego de pelota.
- Las pirámides gemelas.
- Una estela que representa a un gobernante de Ek Balam, probablemente Ukit Jol Ahkul.
- Un bello arco que sirve como entrada o puerta.
- Dos estructuras aún no excavadas al este y oeste de la Acrópolis.
Valladolid
Se trata de una ciudad de cierto tamaño, 90.000 habitantes, aunque nos pareció muy tranquila, resulta agradable pasear por sus calles con casas de tonalidades claras, tiendas de artesanía de cuero y cantidad de indígenas que visten a la manera tradicional, las señoras con vestidos blancos bordados y floreados. Valladolid cuenta con la Catedral de San Gervasio, seis iglesias coloniales, un convento y dos cenotes (Zací y Dzutnup, lagunas sagradas de los mayas). Caminamos por amplias calles, parando en plazas, anejas a las iglesias y finalmente nos acercamos al cenote Zací, está situado en un parque, es una laguna dentro de una caverna de la que cuelgan estalactitas, está permitido el baño, yo me hubiera atrevido a meterme pero no llevábamos bañador y desde luego a Ela no se le hubiera ni ocurrido, el aspecto del agua es un poco siniestro, entramos por el restaurante que está en la parte superior donde almorzamos con comida típica yucateca.
Tras tener que repostar “agua” en un par de ocasiones pudimos llegar hasta la oficina de Europcar en Playa del Carmen donde cambiamos el coche, curiosamente nos tenían preparado otro exactamente igual, otro Chevrolet Aveo.
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