jueves, 25 de octubre de 2012

Marruecos 2012. 5-14 octubre. 8-octubre



8-octubre

                Tras la maratoniana jornada de ayer nos merecemos un descanso, aunque eso aquí es relativo, debemos dar un repaso de mantenimiento a las motos antes de afrontar lo que aun nos queda, que no es poco. Desayunamos tranquilamente y disponemos en el patio delantero del hotel nuestro taller particular, comprobación de niveles, cambios de aceites y filtros, limpiado y/o sustitución de filtros del aire, etc. Quizás el que más trabajo tuvo fue Rafa Haro, realizó más de tres cambios de aceite para poder eliminar el agua del motor de su moto. Con todo solucionado nos tomamos unas cervezas fresquitas, aquí si las venden, alguno nos damos un baño en la piscina y conversamos tranquilamente en el hall, tenemos wifi y podemos conectarnos a internet.  Esta tarde cuando pase algo la calor probaremos por primera vez las dunas en un breve recorrido hasta el Oasis.  Solo nos queda almorzar y pegarnos una siesta que nos sabe a gloria. 





A eso de las 17:00,  9 motos 9 salen a la arena, hablando en términos taurinos, William algo débil por estar tocado de la barriga se queda en el hotel. El recorrido previsto es ir en línea recta hasta el Oasis ( 5 kms) y volver, ya de noche, dando un rodeo por la zona de un río de arena más accesible. Con el waypoint marcado y el track de la vuelta en los gpss nos ponemos en marcha, no nos quedan muchas horas de luz, así que apresuradamente comenzamos el sube y baja de dunas. Arroyo, Cañete, Rafa y José Luis avanzan rápido, desde un primer momento Jaime intenta seguirlos, Manoloboti hace lo mismo y cerramos Rafa Haro, yo y Cris. La teoría para manejarse por las dunas es la siguiente, de pié, culo atrás, das gas y en la cumbre cortas para tras una breve parada arriba ver lo que hay en el otro lado  y de nuevo volver a das gas y así sucesivamente, ahora tocaba la práctica. Todos vamos quizás más rápido de la cuenta, Jaime en la cima de una pequeña duna olvida cortar gas volando tras ella con la mala fortuna que, aunque no lo creáis, cae en la única zona que no había arena, un claro de suelo duro, cuando yo llego a donde estaba él, después de haber probado también el suelo, bueno la arena, tenía quitada la bota y decía que se había partido el pié, esto me trajo malos recuerdos, el año pasado Juanma se rompió la tibia y el peroné. Rafa Haro, nuestro enfermero, comprueba los posibles daños y afortunadamente solo parece un esguince, Jaime decide volverse al hotel acompañado por Manoloboti y Cris, Rafa Haro y yo esperamos a que regresen. Bueno, esta incidencia nos vuelve a retrasar y empieza a oscurecer. Rafa (el endurero) nos muestra su habilidad sobre la moto, corre, gira y salta sobre las dunas como un experto, una pasada. Continuamos poco a poco siguiendo las huellas de los camellos que vemos cerca de nosotros, si, una de las excursiones típicas en Merzouga es ir en camello hasta el Oasis donde pasar la noche, vamos con cuidado para no subirnos tras alguna duna a lomos de ninguno. A partir de entonces yo empiezo a pasarlo regular, por no decir mal, me había caído varias veces, en una de las cuales me golpeé el costado derecho y me dolía un poco, Cris iba pendiente de mí y me ayudaba continuamente.  Finalmente conseguimos llegar al Oasis donde nos anocheció completamente, allí tomamos unos refrescos, ¡uff que alivio!, aunque para mi ahora nos quedaba lo peor, salir de allí, la noche era cerrada, no se veía nada. Bueno, pues tras el breve descanso tomamos rumbo al rio de arena, subimos y bajamos un montón de dunas que parecían habían crecido en altura, más de uno se atrancó, aunque el primer premio me lo llevé yo, Rafa y Cris se turnaron para ayudarme y por fin llegamos a la zona “dura” del rio de arena donde ya no había dunas, tras esta zona llegamos ya sin problemas hasta Merzouga, terminé completamente exhausto. 

En el hotel Jaime nos muestra su tobillo inflamado, cree que no podrá seguir mañana. Cenamos y después de una animada charla nos vamos a descansar. Aún no hemos llegado al ecuador del viaje…







 


1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bonitas las fotos del desierto: Me imagino por esas dunas con la GS 1200... !qué pesadilla!