31/03/2013
Abandonamos
Marrakech con un buen sabor de boca, pensamos incluso que es un destino ideal
para un viaje express de fin de semana largo, en avión está a tiro de piedra,
nos ha quedado cosas que ver en la ciudad y en los aledaños como la visita de
Essaouira en la costa o el valle de Ourika en la montaña, lo dejamos pendiente.
Nos dirigimos hacia la localidad de Tanaghmeilt para conocer las famosas
Cascadas de Ouzoud, están a tan solo 150 Km. de Marrakech y llegamos pronto a nuestro hotel por carreteras
tranquilas y en buen estado. Nos hospedamos en la Kasbah Ouzoud, ¡qué bonito!,
cuenta con una zona central con habitaciones y suites y una zona con bungalows
donde nos instalamos, muy acogedores.
Tras dejar las cosas y cambiarnos cogemos las
motos para ir a las cascadas, están a unos 2 Km. Dejamos nuestras monturas en un
parking y pactamos una pequeña excursión con Josef (guía local) para llegar a
las cascadas haciendo un recorrido algo más amplio.
Referencia de las cascadas en Wikipedia
“Las cascadas de Ouzoud
ubicadas en la parte central de Marruecos, consideradas las más altas y bellas
del país. Localizadas en el pequeño pueblo de Tanaghmeilt, en el Alto Atlas,
en la provinciade Azilal, a unos 120 kilómetros de Beni Mellal
y a 150 km de Marrakech,
son una importante atracción turística. Nacen del río Ouzoud y tienen una
altura aproximada de unos 110 m.
Ouzoud es una palabra bereber
que significa «oliva» y que hace referencia a los cercanos olivos que sombrean el
camino por el que se accede a la parte inferior de las cascadas. En la cima de
las cascadas hay una docena de antiguos molinos pequeños que todavía están en
uso.
Es el sitio más visitado de la
región. En los alrededores se encuentran valles verdes, molinos, huertos y un
circuito magnífico de las ya mencionadas gargantas del río El Abid (en árabe,
«río Esclavos»). Muchas asociaciones locales y nacionales lideran proyectos
para proteger y preservar el sitio.”
Caminamos
entre olivos centenarios, descendiendo por un estrecho y empinado sendero hasta
encontrarnos con una vista genérica de las cascadas, sorprendentes, bajamos
hasta la base donde hay multitud de gente, hoy es domingo, fiesta también para
los marroquíes y el día acompaña para estar en este bonito enclave, cruzamos el
río y comenzamos a subir por la vía principal, nos acercamos hasta literalmente
empaparnos, ya en la parte superior también nos saludan unos simpáticos monos
que habitan en la zona. Agotados volvemos al hotel donde charlamos
tranquilamente en el porche de uno de nuestros bungalows y hacemos tiempo para cenar
en el edificio principal del hotel…
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