viernes, 21 de junio de 2013

Maroc 2013-ON ROAD. 7 abr. THE END



07/04/2013
Último día, nos esperan muchos Kms por delante así que decidimos salir temprano, nos abrigamos bien, hace fresco y pasaremos por un puerto de montaña donde probablemente veamos nieve. Sergio no se encuentra bien, tiene muchísimo frio y parece tener fiebre, ayer ya nos comentó que estaba tocado, se debe haber contagiado de May que afortunadamente está mejor. Sale a despedirnos Ramón, al que agradecemos su voluntad de recoger el móvil de Sergio en Merzouga.
Hacemos alguna breve parada que aprovechamos para tomar agua, Sergio se abriga aún más, se puso incluso una sudadera mía. Nos detenemos cerca de Azrou para ver los monos, habituales en esta zona. Antes de llegar a Meknes cogemos la autopista A2 hasta Rabat donde cambiamos a la A1 que nos lleva directamente hasta Tanger, poco que contar de este trayecto, salvo que hacemos lo posible en recorrerlo en el menor tiempo posible, siempre pendientes de los numerosos radares de control de velocidad.
Llegamos a Tanger poco antes de las 17:00, hora en la que tiene previsto la salida de un ferris hasta Tarifa, no perdemos el tiempo y tras pasar la aduana nos dirigimos directamente a embarcar, aunque en nuestro billete teníamos previsto salir a las 21:00, pensamos que no habrá problemas, todo bien salvo que el que recoge los billetes antes de entrar en el barco nos dice que “nanay” que este barco iba lleno y que debíamos esperar a las nueve, nos deja de momento al margen y permite la entrada al resto del pasaje, rápidamente Ela, May y sobre todo Sergio se meten la mano en los bolsillos prestos a comprar voluntades, yo, que soy menos partidario de eso les digo que paciencia, esperaremos hasta final, afortunadamente nos permitió entrar no se si porque sintió pena al ver la cara de muerto que tenía Sergio o miedo por la cara de asesinas que tenían May y Ela.
Bueno, tras una hora más o menos de navegación llegamos a Tarifa, en España son dos horas menos por lo que aún es temprano, May y Sergio deciden volver por la autopista y nosotros por la costa, así que nos despedimos, curiosamente coincidimos cuando finaliza en Fuengirola.
Termino la crónica de un viaje inolvidable, uno más, en el que afortunadamente no hemos tenido ninguna problema, creo que salió mejor de lo previsto.

CONTINUARÁ EN EL PRÓXIMO VIAJE…
















miércoles, 19 de junio de 2013

Maroc 2013-ON ROAD. 6 abr



06/04/2013
                Después de la noche de intenso frio y casi sin dormir agradecemos el tener que levantarnos temprano para ver amanecer, a las seis estábamos preparados para contemplar la salida del sol sobre un horizonte de dunas, muy bonito.
Tras una copa de whisky bereber (té hirviendo) que nos refortalece y sobre todo calienta, nos preparamos para regresar al hotel en Merzouga donde desayunaremos. Sergio cumple su promesa y se niega a subir en el dromedario, así que regresa andando, el balanceo rompe la cadera de cualquiera y él no está dispuesto a padecer de nuevo tan gran suplicio, May con más pena que gloria y tremendamente acatarrada decide volver subida, no le quedan fuerzas para caminar y Ela y yo, animados pero con sueño, montamos sin ninguna acritud, Ela parece que se ha criado montada en camello y celebra su cumpleaños cabalgando sobre las dunas contentísima. Afortunadamente el viento ha desaparecido y el día está completamente despejado, así que, podemos contemplar mucho mejor tan desértico paisaje, nunca mejor dicho. 















Tras el desayuno nos equipamos para regresar, debemos hacerlo entre hoy y mañana, Tanger está a más de 800 Km, muchos para una sola jornada, la idea inicial es llegar a Azrou que está a mitad de camino. En la primera gran localidad por la que pasamos, Rissani, nos detenemos en una farmacia para comprar un antibiótico, May se encuentra mal y asustada, la fresca noche ha minado aun más su estado de salud. Continuamos y hacemos alguna breve parada mas para tomar agua, pasado Rich Sergio se detiene, no sabe donde tiene el móvil y se pone a rebuscar en las maletas, definitivamente piensa que lo ha dejado en el hotel Touareg, estamos muy lejos para volver, decidimos que en el hotel de hoy llamaremos por teléfono para ver si es posible recuperarlo, le fastidia sobre todo por perder los contactos de la agenda.
A la entrada de Midelt nos detenemos, paramos junto al hotel Kasbah Asmaa, lo conozco de haberme hospedado junto con Antonio y Fernantiger cuando volvíamos en Semana Santa de 2012 (http://naujanto.blogspot.com.es/2012/04/cronica-marruecos-2012-5-abril.html), planteo la posibilidad de quedarnos aquí, son casi las cinco de la tarde y es un buen sitio para recuperar fuerzas, hemos recorrido hasta el momento 268 Km y nos quedarán para mañana 526, son todavía muchos pero en su mayoría son de autopista, finalmente decidimos quedarnos en este lujoso hotel, merece la pena, por menos de 50 euros por pareja (tras el regateo), incluido desayuno y cena es un verdadero chollo. Descansamos un rato y con ropa cómoda nos bajamos a su amplio salón, casualmente nos encontramos con Ramón, motero de Lleida que viaja solo y va en sentido contrario, se dirige hacia Merzouga, le comentamos lo del móvil si podría recogerlo y nos dice que sin problemas, llamamos antes al hotel Touareg donde nos confirman que lo han encontrado, menuda suerte, les decimos que lo recogerá Ramón, cuando vuelva a España se lo enviará por paquetería a Sergio. Tras la cena nos quedamos conversando con él un buen rato, buena gente y con muchísima experiencia en viajes por Marruecos.












lunes, 17 de junio de 2013

Maroc 2013-ON ROAD. 5 abr



05/04/2013
                 Hoy tenemos pensado acercarnos en camello hasta el oasis Oubira donde pasaremos la noche, la salida es a las 16:30, mientras tanto para no aburrirnos decidimos hacer una excursión en todoterreno alrededor de Erg Chebbi, quedamos para ello a las nueve. Puntualmente llega nuestro chofer,  comenzamos por una zona con pequeñas dunas donde encontramos a unos chicos jugando con bicicletas, si, sobre la arena, así aprenden a moverse por este terreno tan hábilmente, uno de ellos se acerca a enseñarnos un pequeño zorro del desierto, podría decirse que están en el patio de su colegio. Seguimos hasta una pequeña aldea, Khamlia,  donde viven sudafricanos, algunos de los descendientes de esclavos del  Africa negra subsahariana, los Gnawa o Bámbaras, en una de sus casas se encuentra la sede del grupo musical “Dar Gnaoua” que nos hacen una representación magistral, una melodía que se convertirá en el sonido del desierto, su música es una especie de sofisma, cantan, mueven todo su cuerpo (excepto la cabeza), pudiendo entrar en trance y en contacto con el otro mundo,  realmente es espectacular, a pesar de que todavía es temprano May, Ela y Sergio se animan a bailar, yo me dedico a grabar un video que desafortunadamente perdí (se me rompió el portátil y no lo he podido recuperar), nos reímos un montón. Os dejo una muestra de youtube:  (https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=e-w3uYmv_90#!).












Continuamos el recorrido,  entramos en un río de arena donde el todoterreno se mueve con facilidad. Muy cerca de la frontera con Argelia llegamos a unas antiguas minas de hierro, que aun mantienen alguna actividad, más bien de cara a los turistas, tras pararnos un rato seguimos pasando por las ruinas del poblado minero, recorremos el margen lateral de Erg Chebbi, entre las dunas y Argelia hasta detenernos junto a un pozo con agua fresca, curiosamente a pesar de la sequedad del ambiente el agua se encuentra a muy poca profundidad, atravesamos un  cordón de pequeñas dunas y llegamos al margen oeste del Chebbi por donde bajamos, antes de llegar al hotel atravesamos la carretera para acercarnos a una laguna situada en una extensa hamada, cuyas aguas se nutren de la últimas lluvias, muchas veces se encuentra totalmente desecada.



















De nuevo en el hotel aun nos queda tiempo de hacer alguna foto antes de subir en los camellos, por cierto, son dromedarios (más pequeños, resistentes y con una sola joroba), desde la terraza contemplamos como el tiempo está cambiando, se acerca lo que parece ser una tormenta de arena, vaya fastidio, no sabemos si  saldremos o no, finalmente y con mucho mas viento del deseado nos ponemos en marcha, May encabeza nuestra pequeña caravana, seguida de Sergio, yo y cerrando Ela, nos acompaña también una pareja, dos niños y dos camelleros, vamos tapados todo lo que podemos porque la arena con el fuerte aire es realmente incómoda, tras dos horas de marcha llegamos al oasis, May bastante afectada por el resfriado que lleva y por un tirón muscular, Sergio se queja también del traqueteo del dromedario y jura y perjura que se vuelve andando, parece que Ela y yo lo llevamos mucho mejor, veo a Ela animada incluso para atravesar el mismísimo desierto del Sahara si fuera necesario, quizás en otra ocasión.
















El oasis Oubira se encuentra en la falda de una inmensa duna, “Gran Duna”, 170 m de altura, es una de las más grandes de Erg Chebbi, el oasis cuenta por supuesto con palmeras y haimas donde se pernocta, así como abundante agua. Tras dejar nuestras mochilas en las haimas, nos ponemos en marcha,  las nubes de arena se han retirado y podremos ver el ocaso del sol desde lo alto de la Gran Duna, May y Ela se quedan al principio, Sergio encabeza el ascenso y yo en argot ciclista le sigo chupando rueda y nunca mejor dicho porque el que hace el mayor esfuerzo es él que con sus pisadas marca la escalera que yo sigo. Tras varias paradas y agotados llegamos a la cumbre, las vistas desde lo alto son impresionantes, las dunas que hemos atravesado con los dromedarios parecen desde lo alto solo pequeños montículos de arena. El fortísimo viento en la cumbre nos impide estar más rato del deseado y junto a otro “escalador” que ha llegado a lo alto descendemos rápidamente. Cenamos en una haima-comedor y después el grupo de camelleros nos amenizan la velada con su música, entre bereber y bámbara, y su conversación. A las 00:00 Ela apaga las velas de una imaginaria tarta celebrando su cumpleaños, FELICIDADES. Nos retiramos a nuestros aposentos, no sin antes contemplar el cielo sembrado de estrellas, hacía frío, mucho frío, las mantas apenas calientan lo más mínimo y realmente pasamos una mala noche, para colmo a altas horas aparecen un grupo con sus quads que cargados de fuerza en la voz y alcohol en las venas por poco se cuelan con sus vehículos en las tiendas, jeje, ahora me rio, pero parecía un mal sueño, el último que salió, con el escape libre, parecía que llevaba un avión a reacción…