2 noviembre
Dejamos el campo, hoy y mañana
rodaremos por asfalto, estamos lejos de Tanger y lo más rápido es ir por
carretera. Desde Ouarzazate nos dirigimos hasta Marrakech, a unos 15 Km.
dejamos la vía principal, N9, y nos desviamos por la P1506, carretera que pasa
por unos paisajes increíbles ya que discurre por la ladera de las montañas
siguiendo el curso del río Ounila, junto a hermosos palmerales, kasbas, tramos
encañonados, pasos de río. Nos detenemos para hacer alguna foto al Ksar de Ait
Ben Hadou considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987. Se
trata de un antigua fortaleza-ksar construida en adobe, encaramada a una colina
de unos 100 metros de altura, al margen derecho del río Ounila, escenario de
numerosas películas como: “Laurence de Arabia”, “Jesús de Nazaret”, “La Joya
del Nilo”, “La Última Tentación de Cristo”, “La Momia”, “El Reino de los
Cielos”, “Gladiador”, “Alejandro Magno”, etc. Es un rincón mágico de Marruecos
muy recomendable de visitar, nosotros no nos detenemos mucho por falta de
tiempo, no me importa mucho porque ya lo visité este año detenidamente (
http://naujanto.blogspot.com.es/2013/05/maroc-2013-on-road-1-abr.html).
Continuamos ascendiendo por esta
carretera secundaria hasta pasar por Telouet, mas adelante contactamos de nuevo
con la N9 y seguimos subiendo
ininterrumpidamente hasta el puerto de Tizi-N´Tichka, el más alto de
Marruecos, 2260 metros, cruzamos el Alto Atlas, tras este avanzamos rápidamente
acompañados por un intenso tráfico hasta Marrakech.
Marrakech,
para mí la ciudad más bonita de Marruecos, como estaremos solo esta tarde-noche
nos vamos directamente al corazón de esta gran urbe, la plaza de Yamaa El Fna,
de grandes dimensiones y rodeada por todos los lados, menos por uno, por la
medina que está repleta de zocos clasificados por su actividad principal. En
los bordes hay un buen número de cafés y restaurantes de todas las categorías,
que abren sus terrazas hacia el espectáculo que se forma en esta monumental
escena. Todo en Marrakech gira en torno a Yamaa el Fna. Miles de personas se
dan cita en este espacio público llenándolo de color, encantadores de serpientes,
danzantes, vendedores de zumos, acróbatas,... un infinito número de actividades
y personas que se juntan y van abarrotando la plaza y sus callejeas adyacentes
según va llegando la noche. Los puestos de comida especializados llenan por la
noche una parte de la plaza, que queda iluminada por cientos de lucecitas e
inundada de humo con multitud de olores. Todo un espectáculo, tan solo por esto
ya está más que justificada una visita a esta bonita ciudad. Como vamos un
grupo numeroso resulta complicado comprar algo, así que junto a Joshu
decidimos perdernos un poco por este laberíntico paisaje, hemos quedado en un
punto de encuentro o en el hotel, tras comprar algún detalle con su previo y
obligatorio regateo nos acercamos a una de las cafeterías que bordean la plaza,
desde arriba, tomando un té, contemplamos boquiabiertos la vida que tiene este
precioso lugar. Cuando visitéis esta ciudad no dejéis de subir a uno de estos
miradores, os sorprenderá gratamente. Se nos hace tarde y finalmente regresamos
en taxi directamente hasta el hotel, tras cenar algo, nos acercamos ya todos a
una cafetería para conocer el ambiente de noche.
