16-OCTUBRE-2011. DESPEDIDA
Poco que contar, recorremos los últimos 296 Km. por carretera en territorio marroquí hasta el puerto de Tanger Med, la llegada se hace un poco incómoda por el fuerte viento. Tan solo nos quedan una hora y media aproximadamente de ferris hasta España. En Algeciras estamos el tiempo justo para despedirnos, seguro que pronto nos volvemos a ver, ahora solo toca elaborar la crónica y recordar gratamente los momentos vividos. Quiero agradecer por último a cada uno de los integrantes de este viaje porque gracias a ellos se ha podido llevar a buen puerto y por supuesto lamentar el accidente de Juanma que desafortunadamente no pudo acompañarnos, a todos quiero dedicar está crónica, relatándola he disfrutado un montón, en ella hay un poquito de cada uno de vosotros. Saludos y arriba el TRAIL TOTAL…
Bueno compañeros, esto se acaba, tan solo nos queda esta jornada para rodar por el campo, hoy tenemos pensado recorrer el Circo de Jaffar como colofón final de este gran viaje hasta llegar a Midelt (Circo: se trata de una cuenca circular o semi circular producida por la acción del hielo de un glaciar en su zona de acumulación o de alimentación). Comenzamos con un pequeño contratiempo, en la gasolinera de Imilchil se ha acabado el combustible, solo nos queda continuar nuestra marcha y poner a prueba la autonomía de nuestras máquinas, quizás los que más problemas pueden tener son Carlos con la BMW Challenge y Rafa con su Husaberg, hasta llegar a Imilchil habíamos recorrido unos 100 Km. desde el último repostaje, así que no sabemos muy bien hasta donde nos alcanzarán nuestros depósitos, finalmente y por carretera asfaltada recorremos 170 Km. hasta Tounfite donde llegamos por los pelos, Carlos con menos de un litro de gasolina. Ya repostados continuamos por una zona también asfaltada, esto será la tónica de la jornada, afortunadamente entramos en una pista, que se asemeja a nuestra Sierra de las Nieves, por medio de un bosque de cedros y abetos con algunos pasos complicados por las lluvias, después de los Km. recorridos por terrenos muchos más duros no llegan a intimidarnos lo más mínimo. Tras pasar esta zona del Circo nos acercamos hasta Midelt, aquí termina nuestro periplo campestre, a partir de ahora solo queda carretera, almorzamos en Midelt, no sabemos muy bien si estamos tristes o alegres, nuestro viaje ha dado para mucho y seguro lo recordaremos siempre, espero que este blog sirva para refrescarnos la memoria cuando pase un tiempo y lo releamos. Hablamos con el coche de apoyo y nos esperan en Meknes (en español Mequínez) , así que nos ponemos en marcha y recorremos 160 Km. hasta llegar a esta gran ciudad. Mequínez está situada en una de las mejores zonas agrícolas y productivas de Marruecos, lo que la convierte en un punto importante para el comercio, la agricultura, y la artesanía, junto con Fez, Marrakech y Rabat conforman las cuatro grandes ciudades imperiales, ciudades que han sido capitales en distintas dinastías, Fez, la ciudad imperial azul, Marrakech, la ciudad imperial roja, Meknes, la ciudad imperial verde y Rabat, la ciudad imperial blanca. Tras alojarnos en el hotel Ibis, necesitábamos algo occidentalizado, salimos a cenar algo en la medina, una gran ciudad no es lo más indicado para terminar un gran viaje pero es lo que toca, estamos agotados, nos recogemos temprano, mañana queda una paliza de carretera. Hoy hemos recorrido 361 Km.
Estoy seguro que la dureza del recorrido de hoy no estaba prevista ni por William ni por Cris, se trataba de un trayecto inédito para ellos que sin duda se ha convertido en la “ETAPA ESPECIAL” de nuestro rally particular. Los planes para esta jornada son llegar al Atlas, subir la Garganta del Dadès, ascender hasta los 3000 metros y llegar finalmente a Imilchil. “Garganta del Dadès: Es un profundo desfiladero localizado en el Alto Atlas, en el valle alto del río Dadès, entre las localidades de Boumalne Dadès y Msemrir, famoso por sus paisajes y la hospitalidad de sus habitantes (los bereberes), son destacables en particular los «Dedos de los monos», un paisaje rocoso conocido como «el cerebro del Atlas»), las kasbahs y las vistas pintorescas que componen el paisaje del Alto Atlas, «Tissadrine» un profundo barranco de muchos metros de desnivel en la que la que carretera serpentea para conectar el valle de Msemrir”. Tras levantar el campamento donde hemos descansado adecuadamente y después de recorrer algunos Km. entramos en una zona montañosa, en un primer momento el carril es perfectamente transitable pero en un punto surge un camino a la izquierda que pinta muy mal, tras un momento dudamos si es la ruta correcta, todo parece indicar que si, el GPS nos lleva inexorablemente al “INFIERNO” de las alturas, de forma progresiva el terreno se va complicando, llegamos al lecho de un río donde el camino no existe, hay multitud de piedras enormes, en este terreno necesito la ayuda de William y Rafa, “afortunadamente” salimos pronto de esta zona pero seguimos ascendiendo por un carril con enormes rocas con aristas afiladísimas y escalones de más de 30 cm, no puede ser, esto es horrible, en este terreno Cris y Antonio se turnan para ayudarme en algunos tramos, también prueba mi moto Carlos, es curioso, en este momento añoraba las dunas, ojalá estuviera sobre ellas, por donde vamos una caída de cualquiera sería terrible, como me dijo Carlos mas adelante, se mascaba la tragedia. Pues aunque parezca mentira siempre se puede complicar la cosa aun mas, llegamos a un punto donde el carril había desaparecido totalmente por un desprendimiento, William retrocede por ver si encuentra otro paso pero no lo hay, una a una tenemos que pasar las motos, las más grandes con mucha más dificultad, una vez llegamos a la cumbre comenzamos un descenso igual de peligroso pero que consigo hacer subido en la moto, llegamos a una senda de cabras que inmediatamente cogemos, infinitamente mejor que el carril, al menos no tenía piedras, finalizamos esta zona que puede ser considerada sin ninguna exageración de enduro puro y duro. Respiramos profundamente y continuamos mas tranquilamente hasta la localidad de Boumalne du Dadès, a partir de aquí seguimos por la Garganta del Dadès, empezamos con Km. de carretera con unas vistas espectaculares, ascendemos progresivamente hasta que finalmente desaparece la carretera para continuar por una pista en buenas condiciones, subimos, subimos y subimos llegando hasta casi los 3000 metros de altura, se está haciendo tarde y probablemente se nos haga de noche, la bajada es larga, muy larga y antes de llegar de nuevo a la carretera nos anochece, llegamos finalmente a Imilchil de noche y con frío, nos encontramos en la ciudad más importante del Atlas a 2200 metros de altura, afortunadamente Fran y Felix que llegaron temprano por una ruta alternativa en el coche nos tienen preparado un buen hotel donde nos reponemos con una buena ducha de agua caliente y una gran cena. Hoy ha sido, sin duda con mucha diferencia, el día más duro de todos, afortunadamente lo hemos solventado sin ningún contratiempo recorriendo 288 Km.
Hoy será el gran día, llegaremos al “Santuario TT”, pero evidentemente no va a ser nada fácil, debemos atravesar el “fes fes”, nuestros guías William y Cristian llevan martirizándonos todo el viaje con la llegada al fes fes, debe ser lo más difícil con diferencia, se trata de una zona, un lago seco, donde la arena no es arena sino polvo, donde una parada puede suponer desaparecer bajo la misma, succionado como si se tratara de arenas movedizas, con todo esto debéis suponer lo “acojonados” que estábamos, pero vamos por partes. Hemos descansado en la haima como en ningún sitio, nos levantamos temprano y vemos un amanecer espectacular, el desayuno que nos prepara Hammel y su familia es digno de reyes, todos estamos de acuerdo que en este sitio es donde mejor hemos comido con diferencia, en el mismísimo desierto, al abrigo de una gran duna. Ayer William, viendo mis limitaciones en la arena, me planteó la posibilidad de enganchar mi moto al coche, en principio no me pareció mal, pero después de venir de la Ciudad Perdida me dije a mi mismo que no, aquí hemos venido a sufrir y a sufrir voy, aunque me tengan que sacar literalmente bajo tierra, ya hemos pasado por sitios complicados y me encontraba con ánimos suficientes para pasar por el fes fes o por donde fuera. Hammel se queda en la aldea de Ramlia y nos indica el mejor sitio para el paso, comenzamos pues la “AVENTURA”, había dos opciones para pasar lo mejor posible, una yendo fuera de pista donde el terreno es algo más duro y otra siguiendo las roderas de los todoterreno y en este caso si la cosa se complica sacar los pies y remar, las dos opciones tuve que ponerlas en práctica, no debías ir próximo a la moto precedente porque la polvareda era impresionante, pues así y poco a poco, afortunadamente, conseguí pasar sin caerme ni una sola vez, no se cuanta distancia recorrimos bajo este terreno pero se me hicieron un mundo, definitivamente pasamos el fes fes sin ningún contratiempo, salvo una leve caída de Carlos por ir pegado y quedarse literalmente ciego con el polvo, LO HABÍAMOS CONSEGUIDO, claro, como había sido mucho más fácil de lo esperado a William y a Cris les da por decir que es que este año estaba muy bien, serán jodidos. Una vez pasado este paso complicado continuamos, mucho más relajados, hasta el “Auberge Lac Maider” cuna del que será nuestro foro favorito Trail Total (un poco de peloteo no viene mal), conocido desde entonces como “Santuario TT”, en este lugar el año pasado UGE, RDCRIS, WILLIAM Y FELIXGT pusieron las bases del foro. Nos hacemos las fotos obligadas y bajo la pegatina de este año estampamos nuestros nicks. Habíamos cumplido con el objetivo principal del viaje, “la llegada al Santuario”. Tras revisar las motos y almorzar Javi se despide de nosotros, terminan sus vacaciones, regresa por el camino más corto, nosotros continuamos dirigiéndonos hacia el norte por campo, aun nos quedan algunas jornadas que, ya veréis, no dejarán de ser menos interesantes. Seguimos por una zona de desierto con llanuras interminables y en las que en más de una ocasión debemos circular campo a través, cuando seguimos un track en estas zonas navegamos con un zoom mayor, porque los caminos cambian de un año para otro y a veces tomas uno y se despega del recorrido previsto. En medio de la nada surge un montículo que primeramente damos de lado pero que después de que Carlos y Rafa nos dijeran las vistas que hay regresamos y subimos a los alto, desde allí observamos las inmensidad del terreno que hemos pasado y del que nos queda, estamos tranquilos y relajados, hoy no debemos llegar a ningún sitio concreto, así que nos tomamos nuestro tiempo, pararemos cuando anochezca directamente en el campo, para eso hemos traído las tiendas de campaña. Ya tarde, alejados del tumulto de cualquier localidad montamos nuestro propio vivac, rápidamente nos instalamos. Cris prepara la cena, albóndigas con arroz, que devoramos no sé si por el hambre o porque estaban exquisitas o por las dos cosas. Hacemos nuestro pequeño fuego con unos matojos que encontró Fran y al abrigo de la candela nos sentamos, contamos algunas anécdotas y finalmente decidimos irnos a dormir.
