4-diciembre-2011
Mañana regresamos a España, aún no habíamos cenado en el restaurante típico mexicano del hotel donde sirven a la carta, así es que lo primero es reservar para esta noche, tras el desayuno decidimos dar la última vuelta por Playa de Carmen para comprar algunos regalos. En la playa continua el fuerte oleaje de ayer por lo que volvemos pronto al hotel, allí nos encontramos de nuevo con los sevillanos con los que tomamos unas cervezas. Tras la cena nos presentan al que será a partir de ahora el “tito Raul”, bilbaíno que viaja con su mujer e hija, “viajante y figura donde los haya”, todos juntos , incluido el francés, los portugueses y algunos foráneos más, nos pegamos la “gran marcha del viaje” en la discoteca Pachá del hotel, hubo lucha de sumo entre nuestro tito y un tipo, también francés, que iba con su esposa enorme (de buena) y grande, a los sevillanos, con los gemelos a la cabeza, se les ocurrió probar la flotabilidad y tiro a la piscina de las hamacas, terminaron también en el agua hasta las figuras gigantes de plástico de un ajedrez, por último aparecieron los de seguridad del hotel, creo que no nos echaron porque el director también era sevillano y ya lo conocíamos.
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