Marruecos. Puente de mayo. 28-abril-2012

Tras las últimas visitas de estrés a Marruecos en moto de campo, ahora toca regresar con algo mas de tranquilidad, vuelvo con la BMW junto con Ela y acompañado de Sergio y May.

28-abril-2012

            El barco con destino a Tanger sale de Tarifa a las 9:00, a las 6:30 quedamos en la gasolinera GALP de la ronda este de Málaga, todas las predicciones meteorológicas prevén lluvias, así que, directamente aparecemos bien pertrechados con los trajes de agua para no detenernos en el camino; en Marbella nos cae la primera trompa de agua, de las muchas que finalmente tuvimos que soportar en este viaje.

            Embarcamos acompañados de una insistente lluvia que no llega a minar nuestros ánimos, aunque, en honor a la verdad, si influye en la inquietud de mis acompañantes por ser,  además,  la primera vez que viajan a Marruecos. Tras pasar los tediosos trámites de la aduana en Tanger nos ponemos en marcha con rumbo a Rabat. El viaje por autopista es tranquilo y ameno, ya desde el primer momento las imágenes impactan y eso que vamos por la zona “modernizada”.

            Rabat es la capital del Reino de Marruecos y tras Casablanca la ciudad más poblada, nuestro interés en este viaje será visitar la Mezquita de Hasan, con su conocida y vistosa Torre, alminar de esta. El sultán almohade Yaqub al-Mansur (siglo XII) proyectaba construir la mezquita más grande del mundo después de la de Samarr en Irak. Las obras fueron abandonadas tras su muerte en 1199. La torre debía medir más de 60 metros, pero sólo llegó a los 44. En la actualidad, el aspecto de la mezquita es el de un bosque de gruesas columnas en el que sobresale la gran torre, hermana del alminar que luego se convirtió en la Giralda de Sevilla y del de la mezquita Kutubiyya de Marrakech. En la explanada de la mezquita se construyó también el mausoleo de Mohammed V, primer rey del Marruecos independiente, en el que está enterrado asimismo su hijo y sucesor Hasan II,  padre del actual rey.

            Dejamos las motos en la puerta de un hotel situado justo enfrente y pasamos a recorrer estas preciosas ruinas, merece la pena acercase aunque solo sean unas horas a visitarlas, la entrada y salida de la ciudad hasta ellas no entraña ninguna dificultad.
              Continuamos nuestro camino hasta Fez, donde dormiremos hoy y mañana. Cerca de la ciudad y sobre ella vemos como se levanta un importante frente nuboso, como parece estamos abonados a la lluvia, justamente entrando en Fez, comienza a llover intensamente, ¡vaya rollo!, apenas podía seguir las indicaciones del GPS y para colmo estaba anocheciendo. Muy cerca de nuestro destino, rueda en paralelo a nosotros un muchacho en una scooter y nos pregunta a que hotel íbamos y que él nos indicaba, yo le digo que conozco la dirección y que no era necesario, aun así sigue con nosotros hasta la misma puerta. El hotel lo habíamos encontrado por internet en el buscador “lastminute” y reservado telefónicamente, un verdadero chollazo, hotel Riad Yacout de 4* por 11 euros/ habitación y noche incluido desayuno. El chico nos dice que el hotel no tenía aparcamiento y que nos llevaría a uno, mientras Sergio y yo entramos en el hotel con nuestra reserva, Ela y May se quedan fuera junto a las motos, todo esto lloviendo intensamente y de noche. En la recepción nos dan la gran sorpresa del viaje, la reserva no existe y nos dicen que era un problema nuestro con “lastminute” y no podían asumir el precio que llevábamos pues ellos cobraban 120 euros/habitación y noche, intentamos ponernos en contacto telefónico con “lastminute” pero nos sale una locución de que estábamos fuera de horario. Sergio algo nervioso se muestra preocupado, para animarlo le digo que eso no era ningún problema en Marruecos y que lo solucionaríamos rápidamente, efectivamente, se lo comentamos al chico que estaba en la puerta y junto con un colega inmediatamente nos tenían preparados un par de ellos situado muy cerca. Descartamos el primero por tener solo una habitación y decidimos quedarnos en el segundo, tras un intenso regateo por mi parte, estamos en Marruecos y esto es obligatorio. Por último llevamos las motos a un parking cercano y nos vamos a descansar. Dejamos para España la irremediable reclamación a “lastminute”.